
11 Feb ¿Es más complicado educar ahora que hace años?
Cuando termino de dar una conferencia, yo aprendo mucho con las preguntas que me hacen los padres y las madres al finalizar. Me enseñan a mejorar mi metodología, a explicar mejor las herramientas educativas la próxima vez que vuelvo a dar la conferencia. Esas preguntas de esas familias ayudan a encontrar respuestas en otras familias. Una pregunta muy común es algo parecido a lo siguiente:
¿Por qué es más complicado educar ahora que antes?
Ya en la misma pregunta, está la afirmación de que es más complicado. La sociedad avanza en muchos terrenos, pero parece que, en el ámbito educativo, a pesar de la cantidad de investigaciones que existen, el avance es más lento. ¿Por qué?
Hay muchas variables que pueden correlacionar con este supuesto. Yo voy a mencionar tres, y a desarrollar una.
1.- La primera es precisamente el aluvión de información/desinformación que vuela sobre las madres y los padres. Este exceso de información dificulta la labor educativa porque puedes encontrar una recomendación y la contraria. Antes no pasaba esto.
2.- La segunda es la variable tecnológica y sus implicaciones en la educación actual, que son cada vez más brutales. Porque las pantallas no sólo repercuten en los niños, niñas y adolescentes. También en los adultos. Antes no pasaba esto.
3.- Y la tercera, que voy a desarrollar un poco más, sería el tema del control normativo, es decir, cómo se lleva cabo la función parental de poner límites y cómo se hacía antes.
La gran diferencia está en quién era el protagonista del control normativo. Antes era la sociedad, ahora son los padres exclusivamente. Con un ejemplo lo vais a entender. Si un chaval en los años ochenta o noventa tiraba el contenido de una papelera al suelo, cualquier adulto, repito, cualquier adulto, estaba legitimado para actuar sobre ese comportamiento. Y se actuaba, unos mejor, otros peor, pero se actuaba. Y eso estaba, más o menos, consensuado.
En la actualidad, si ves a un adolescente en la calle a tu lado que está tirando el contenido de una papelera, ¿qué harías realmente? La diferencia está en que el adulto de los años ochenta sabía perfectamente, salvo en raras ocasiones, que el padre y la madre del chaval te iba a apoyar en tu decisión de “corregir” el comportamiento de su hijo. Pero el adulto, en la actualidad, no se ve apoyado, salvo en raras ocasiones, por el padre o la madre de ese chaval. Vamos, si le preguntamos a cualquier docente sobre esto, lo tiene claro.
Creo que nuestros padres y madres tuvieron la tarea de educar de alguna manera más fácil porque se veían acompañados por la sociedad, por los vecinos, los familiares cercanos. Nos dejaban con los vecinos sin necesidad de pasarles un cuestionario de personalidad. Sus hijos e hijas tenían varios adultos significativos, de referencia. Eso hacía que los niveles de ansiedad y preocupación por sus hijos e hijas fueran más manejables que en la actualidad.
Pero aquí no acaba la cosa. Sinceramente, creo que nuestros hijos e hijas, si llegan a ser en el futuro madres y padres, lo tendrán aún más complicado. Y ahí espero estar para facilitar su tarea.
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