
19 Ene ¿FAMILIAS INTELIGENTES?
Cada vez que me hacen una entrevista en la prensa o en la radio, casi siempre empiezan
preguntándome qué es eso de las familias inteligentes, qué hay detrás del concepto.
Cuando edité mi primer libro en el año 2012, y lo titulé Familias Inteligentes, a algunas madres y
padres me decían que el título les desconcertaba un poco. Como yo siempre escucho a las familias,
lo primero que me plantearon era que, si había familias inteligentes, es que también había familias
“tontas”. Lo segundo que me planteaban es que sólo podían acceder a ser familias inteligentes
aquellas que pudieran tener más privilegios a la hora de acceder a la “inteligencia”, entendiendo por
inteligencia como acceso a la cultura, a los estudios, al conocimiento. Ya se intuye que conclusión se
sacaría de este relato.
Pero nada más lejos de la realidad. Familias Inteligentes tiene una visión universal, ya que engloba a
todas las familias, independientemente de su situación social, económica, cultural,
independientemente de la edad de sus hijos, independientemente de la estructura familiar. Y esto es
así por el propio concepto de inteligencia es universal. Cualquier persona puede ser inteligente, si
atendemos a su definición.
Se puede definir la inteligencia como la capacidad de tomar decisiones para resolver una
determinada situación y poder adaptarse a los cambios que irremediablemente se van a producir
en la realidad. La vida está repleta de cambios, de novedades, de incertidumbres, y las personas
inteligentes tienen más recursos para afrontar estas situaciones con más garantías de éxito. Pues
bien, cuando hablamos de educar a niños, niñas y adolescentes, estamos hablando de un contexto
repleto de sorpresas, cambios y reajustes continuos.La etimología de la palabra es de origen latino inteligere, compuesta de intus (entre) y legere (escoger). Ser inteligente, entre otras cosas, es saber elegir la mejor opción para resolver un problema en un contexto determinado. Es anticiparse, es saber predecir. En definitiva, es saber tomar decisiones.
Las Familias Inteligentes son aquellas que saben tomar decisiones, que saben repartir entre sus
miembros las decisiones. Son aquellas que saben que, al nacer los hijos, todas las decisiones y
responsabilidades están en el cerebro adulto, pero que deben ir traspasando esas responsabilidades,
esas decisiones, al cerebro de sus hijos, de forma progresiva para fortalecer su autonomía, su
autoestima, su autocontrol.
Las Familias Inteligentes serían aquellas que aprovechan los conflictos cotidianos familiares, los
cambios en las diferentes etapas evolutivas, el reparto de las responsabilidades en el hogar, para
dotar de recursos a los hijos e hijas para que tomen decisiones en la actualidad y en el futuro que les
ayuden a adaptarse a los diferentes retos, a los diferentes contextos que le toquen vivir. En
definitiva, de cómo se gestionen los conflictos en casa, los hijos, las hijas, aprenderán a gestionar los
conflictos fuera de casa. Cualquier contexto que vaya a afrontar estará plagado de cambios,
conflictos, sorpresas. Cuanto mejor los resuelva, más adaptación a esas realidades, más inteligencia.
Y la familia inteligente es un escenario idóneo para entrenarles en la vida.
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